Si has intentado dejar de fumar alguna vez sabrás lo difícil que esto resulta. Esto se debe a que la nicotina es una droga muy adictiva y para algunas personas puede llegar a ser tan adictiva como la heroína o la cocaína. La nicotina es una droga presente naturalmente en la planta del tabaco y es la causa principal de adicción a los productos del tabaco, incluidos los cigarrillos.
Todos los productos del tabaco son nocivos y causan cáncer. No existe un grado de uso del tabaco que no sea perjudicial. Fumar daña prácticamente todo órgano del cuerpo y disminuye la salud general de la persona, causa varias enfermedades mortales, daña casi todos los órganos del cuerpo y reduce el tiempo de vida.
El humo de tabaco es dañino para los fumadores y para quienes no fuman. El humo de tabaco en el ambiente causa enfermedades y muerte prematura en adultos no fumadores y en niños. Algunas de las peores enfermedades que causa el fumar son muchos tipos de cáncer, como los de pulmón, de esófago, de laringe, boca, garganta, riñón, vejiga, páncreas, estómago y cáncer cervicouterino, así como también leucemia mieloide aguda, neumonía, cataratas y periodontitis. Ademas de estos hay que incluir enfermedades cardiovasculares y enfermedades pulmonares crónicas.
Las mujeres embarazadas que fuman corren un riesgo mayor de que sus bebés nazcan prematuramente o con peso anormalmente bajo. La mujer que fuma durante el embarazo o después de él aumenta el riesgo de que su bebé muera por síndrome de muerte infantil súbita. Los niños expuestos al humo de tabaco en el ambiente tienen un alto riesgo de presentar síndrome de muerte infantil súbita, infecciones de oídos, resfríos, neumonía, bronquitis y de asma más grave. Los hombres que fuman tienen mayor riesgo de presentar disfunción eréctil.
Dejar de fumar produce un aumento en la expectativa de vida para ambos sexos, independientemente de la edad que se tenga. Los ex-fumadores tienen menos problemas de salud que sus antiguos compañeros, los fumadores. Tienen menos riesgo de padecer enfermedades coronarias (infarto de miocardio) y accidentes cerebrovasculares; también hay una disminución en el riesgo de padecer cáncer, sobre todo de pulmón. Tampoco hay que olvidar el gran beneficio que supone para el feto el que la mujer embarazada no fume, sobre todo durante el primer trimestre del embarazo.
Si desea dejar el tabaco, lo primero que debe hacer es tomar conciencia del perjuicio de fumar. Esta concienciación debe servir para fortalecer su voluntad. Si compensa su dependencia del tabaco con una alimentación inteligente, equilibrada, minimizará la dependencia del tabaco y evitará el riesgo de ganar peso asociado a dejar de fumar.
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